Las empresas exportadoras en España superan a las no exportadoras en términos de ventas, empleo, productividad, salarios e innovación, según un reciente informe de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea). Elaborado por Asier Minondo de la Deusto Business School, el estudio resalta la calidad de la gestión empresarial como factor determinante de las diferencias observadas.
Durante las últimas tres décadas, las exportaciones españolas han contribuido significativamente al crecimiento económico, con España duplicando su integración en la economía global a través del comercio exterior. Aún sin alcanzar la tasa de apertura de Alemania, España ya supera a Francia e Italia en exportaciones, manteniendo su cuota en el mercado global de bienes y servicios empresariales.
El informe identifica la creación de nuevas empresas exportadoras y la diversificación hacia nuevos mercados y productos como factores clave del éxito exportador. Además, destaca el compromiso creciente de las empresas con los mercados internacionales, una tendencia que se consolidó tras la crisis financiera de 2009. Este cambio ha integrado la presencia en mercados extranjeros como parte esencial de la estrategia empresarial española.
Fedea también subraya el aumento de España en las cadenas de valor globales como un elemento que fortalece el crecimiento exportador. En cuanto a la estrategia competitiva, las empresas más exitosas han seguido una estrategia de costes efectivos, eligiendo correctamente los mercados y productos más atractivos.
El informe advierte que, a pesar de las oportunidades abiertas por la transición verde, España aún no está completamente especializada para aprovechar la transición digital. Sin embargo, existe un potencial significativo para aumentar las exportaciones hacia grandes economías como Estados Unidos y China.
En el ámbito de los servicios, las exportaciones no turísticas han superado a las turísticas en 2023, con un notable incremento en los servicios empresariales y de informática, sectores que aportan empleo cualificado y elevan la productividad.
Fedea reconoce los retos futuros, como las tensiones geopolíticas y la transición del sector automotriz hacia vehículos eléctricos, pero mantiene un optimismo moderado basado en la capacidad de las empresas españolas para competir internacionalmente, mejorar la gestión empresarial y adaptarse a diversos sectores.