Un 41 % de los jóvenes de la Generación Z (de 18 a 28 años) ha abandonado voluntariamente un empleo en menos de un año, según datos del informe «Claves laborales – Generación Z», elaborado por la empresa de recursos humanos Randstad.
Este porcentaje es significativamente superior al de generaciones anteriores: un 29 % entre los millennials, un 23 % en la Generación X, y tan solo un 11 % en el caso de los baby boomers.
Según el estudio, los motivos principales que llevan a estos jóvenes a dejar su empleo antes del primer año son: un salario considerado insuficiente (40 %), la falta de flexibilidad laboral (13 %), y la falta de alineación con los valores de la empresa (11 %).
Además, el 38 % de los encuestados de la Generación Z admite haber sido despedido también antes de cumplir un año en su puesto, un dato que se sitúa diez puntos por encima de la media general (28 %), lo que sugiere una relación laboral más inestable entre los jóvenes y sus empleadores.
En cuanto a sus expectativas de futuro laboral, el estudio revela que un 35 % planea cambiar de trabajo en menos de un año, mientras que solo un 11 % se plantea permanecer indefinidamente en la misma empresa.
A la hora de valorar condiciones para quedarse a largo plazo, los jóvenes de esta generación priorizan el salario (13 %), la flexibilidad horaria (9 %) y las oportunidades de desarrollo profesional (8 %). Asimismo, son los que muestran más disposición a asumir responsabilidades (7 %), frente a una media general del 5 %, lo que según Randstad refleja que “buscan también desafíos y crecimiento dentro de la empresa”.