El Congreso ha aprobado este miércoles las enmiendas de totalidad que el PP, Vox y Junts han presentado para devolver al Gobierno el proyecto para reducir la jornada laboral a 37,5 horas semanales, por lo que el proyecto estrella de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha quedado retirado del trámite parlamentario.
Aunque eran tres textos distintos, solo se ha producido una votación, ya que PP, Vox y Junts coincidían en pedir la devolución del texto al Ejecutivo. Así, el veto de los tres partidos ha prosperado con los 178 votos de las tres formaciones y UPN. No ha habido abstenciones y PSOE, Sumar, ERC, PNV, Bildu, Podemos, BNG, Coalición Canaria, la diputada de Compromís integrada en el Grupo Mixto, Águeda Micó; y el exministro socialista también perteneciente a este grupo, José Luis Ábalos, han votado en contra de las enmiendas.
Así las cosas, el resultado final ha sido de 178 votos a favor de las enmiendas, 170 en contra y ninguna abstención, por lo que la norma ha concluido su camino en el Parlamento y el Gobierno tendrá que empezar de nuevo, algo que Yolanda Díaz ya ha dicho que hará independientemente de la votación de este miércoles.
CEOE y Cepyme agradecen el veto
La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) han agradecido al Partido Popular, a Vox y a Junts su veto a la reducción de jornada laboral.
«CEOE y Cepyme quieren agradecer a los grupos parlamentarios el rechazo del proyecto de Ley de reducción de jornada, que es plenamente coherente con la ausencia de resultados en el diálogo social«, han trasladado este miércoles a través de un comunicado.
Ambas confederaciones han celebrado que «con esta decisión se evita un grave impacto negativo sobre la economía, el empleo y también sobre los consumidores», alegando que el debate sobre la jornada laboral «debería regresar al espacio que le corresponde: el diálogo social y la negociación colectiva sectorial» donde «lejos del ruido mediático» empresas y trabajadores «deben abordar cualquier elemento esencial de las condiciones laborales».
«Desde el primer momento CEOE y Cepyme hemos advertido de que una reducción de jornada impuesta, sin tener en cuenta la realidad de empresas, pymes y autónomos, generaría problemas organizativos, menor productividad, más costes, una menor calidad de los servicios, y un menor atractivo para la inversión, todo ello en un contexto de difícil cobertura de vacantes. Esto habría afectado al crecimiento económico, la creación de empleo y la oferta para los consumidores», han apuntado.
Con todo, han reiterado que la reducción de jornada, como cualquier mejora en las condiciones de los trabajadores, «debe hacerse mediante la negociación colectiva y equilibrando las necesidades de empresas y trabajadores». «Ese ha sido siempre el camino del progreso y la paz social en España durante más de 40 años», han aseverado.