El Ayuntamiento de Cartagena, a través del servicio municipal de Parques y Jardines, ha completado la renovación integral de la Plaza Alicante, ubicada en uno de los principales accesos a la ciudad. El proyecto incluye el cajeado del terreno, la instalación de nuevo sustrato vegetal, un sistema de riego actualizado, así como la colocación de césped artificial en el perímetro.
Los trabajos comenzaron con la retirada de todos los elementos previos, incluyendo carteles y especies vegetales anteriores. Posteriormente se realizó una renovación del suelo, aportando tierra vegetal y sustrato de calidad para favorecer el desarrollo de las nuevas especies.
El rediseño se centra en especies ornamentales adaptadas al clima mediterráneo, seleccionadas por su bajo consumo hídrico, resistencia a la sequía y tolerancia a los vientos dominantes. Entre las plantas utilizadas se encuentran la Strelitzia reginae, conocida como ave del paraíso por la forma y color de sus flores; la Cycas revoluta y la Phoenix roebellini, dos especies de porte palmero destacadas por su resistencia; la Dracaena marginata, valorada por sus hojas en tonos verdes y rojizos; así como la Phormium tenax y la Dianella tasmanica, plantas perennes especialmente tolerantes a condiciones de sequía. También se ha incluido la Cassia compacta, que ofrece una floración amarilla abundante, y la Syagrus romanzoffiana, una palmera seleccionada por su resistencia al picudo rojo y su estructura ligera, que reduce la carga sobre el tronco y minimiza el riesgo de caída.
Según técnicos del Ayuntamiento, la elección de estas especies busca garantizar un ajardinamiento sostenible, fácil de mantener, y adecuado para una zona de alto tránsito.
Durante el proceso, las reproducciones arqueológicas que se encontraban en la plaza han sido trasladadas a la rotonda entre Santiago Ramón y Cajal y Jorge Juan, próxima al Museo Arqueológico Municipal.
El Ayuntamiento destaca que la Syagrus romanzoffiana fue seleccionada por su resistencia a plagas y su estructura ligera, que reduce el riesgo de caída. Esta decisión responde a antecedentes previos en los que el picudo rojo afectó gravemente a las palmeras originales de la zona.