La inflación en la eurozona aumentó dos décimas en septiembre y se posicionó en el 2,2% interanual, tras permanecer estable durante los tres meses previos en el 2%. Esta cifra está en consonancia con el objetivo de estabilidad de precios del Banco Central Europeo (BCE), según la estimación preliminar publicada este miércoles por Eurostat.
Por su parte, la inflación subyacente, que excluye los componentes más volátiles como la energía y los alimentos y que es la referencia para el Banco Central Europeo (BCE) en sus decisiones de política monetaria, permaneció estable en el 2,3% por quinto mes consecutivo.
El mayor aumento de precios en septiembre se registró en los servicios, con un incremento del 3,2% frente al 3,1% observado en agosto. Le siguen los alimentos, alcohol y tabaco, que se sitúan en el 3,0% en comparación con el 3,2% de agosto y los bienes industriales no energéticos, cuya tasa de inflación se mantuvo sin cambios en el 0,8%.
Los precios de la energía se redujeron dos décimas más que en agosto, un 0,4%.
Entre los países de los que Eurostat dispone de datos, Estonia registró la tasa de inflación más alta en septiembre, con un 5,2%. Le siguen Croacia y Eslovaquia (ambas 4,6%), Letonia (4,1%), Austria (3,9%), Lituania (3,7%), Luxemburgo (3,1%) y España y Países Bajos (ambas en el 3,0%).