El Gobierno lanzará esta semana un Observatorio de la Vivienda Turística para analizar el impacto del alquiler vacacional sobre el acceso a una vivienda digna en destinos tensionados, como parte de su nueva Estrategia España Turismo 2030, una hoja de ruta que busca reorientar el modelo turístico del país hacia una gestión más sostenible y con mayor foco en los residentes.
El observatorio, que dependerá de la Secretaría de Estado de Turismo, estará encargado de elaborar un atlas de intensidad turística por barrio, con datos sobre alojamiento hotelero y vacacional, para ayudar a detectar zonas con problemas estructurales como la gentrificación o el encarecimiento del coste de vida. En palabras del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el objetivo es que el turismo «no vacíe nuestros barrios de sus vecinos».
Durante su intervención en la V Convención de Turespaña, celebrada en Cáceres, Sánchez advirtió de que el 27 % de los vecinos de los centros urbanos en ciudades turísticas han sido desplazados por el auge del alquiler turístico.
El observatorio trabajará en conjunto con datos del Registro Único de Arrendamientos, la estadística experimental del INE y herramientas de inteligencia artificial. Además, se vinculará a la Ventanilla Única Digital de Arrendamientos, en funcionamiento desde el 1 de julio, que obliga a registrar todas las viviendas destinadas al alquiler turístico o de temporada, con el objetivo de reducir el fraude.
Desde la entrada en vigor del registro, la oferta de viviendas de uso turístico ha comenzado a descender. Según la patronal del sector Exceltur, en agosto se registró una caída del 3,7 % respecto al mismo mes del año anterior, con 14.156 plazas menos, situándose en 364.257. La reducción afecta a 18 de las 25 principales ciudades.
En cifras absolutas, Madrid ha perdido 5.391 plazas (un 6,8 % menos), hasta 73.872, y Valencia ha reducido su oferta en 4.227 plazas (un 11,3 % menos), hasta 33.057. En términos relativos, destaca Ibiza, donde la creación de una oficina contra el intrusismo ha logrado reducir en un 40,9 % la oferta ilegal, con 1.320 viviendas menos.
Pese a estos avances, Exceltur alerta de nuevas estrategias para eludir la normativa. Algunas consisten en camuflar alquileres turísticos como arrendamientos de temporada o en alquilar habitaciones sin cumplir con la legislación turística y urbanística. Estas prácticas son difíciles de rastrear sin la colaboración de las plataformas que las comercializan.
El Ejecutivo ha señalado su intención de seguir avanzando en la regulación del alquiler temporal, adaptándola a la realidad e impacto de cada territorio.