El Índice de Precios de Consumo (IPC) de Alemania registró en septiembre un aumento interanual del 2,4%, dos décimas más que en agosto, según informa su Oficina Federal de Estadística (Destatis). Este dato representa la mayor subida del coste de la vida en el país desde diciembre de 2024.
La inflación armonizada, que Eurostat utiliza para comparar entre países, también alcanzó el 2,4% en septiembre, tres décimas más que en agosto y por encima del objetivo de estabilidad a medio plazo fijado por el Banco Central Europeo (BCE).
Ruth Brand, presidenta de Destatis, declaró que «tras un período de inflación decreciente desde principios de año, se registró un aumento de la tasa de inflación por segundo mes consecutivo». Explicó que los precios de los servicios continuaron subiendo por encima del promedio, mientras que la caída de los precios de la energía se desaceleró, aportando menos a la moderación de la inflación.
En detalle, la factura energética bajó un 0,7% en septiembre, frente a la caída del 2,4% registrada en agosto. Por su parte, el coste de los alimentos aumentó un 2,1%, cuatro décimas menos que en el mes anterior. Los precios de los bienes subieron un 1,4%, una décima más que en agosto, y los servicios aumentaron un 3,4%, tres décimas más.
Si se excluyen los precios de la energía, la inflación repuntó una décima hasta el 2,7% en septiembre. Al dejar fuera también los alimentos frescos, la tasa subyacente subió al 2,8%, desde el 2,7% del mes previo.