El mercado del lujo europeo alcanzará los dos billones de euros en 2030, representando el 70% del mercado global y aportando el 5% del PIB, según se destacó en el foro Premium Real Estate Summit. Este sector genera más de dos millones de empleos directos y se proyecta un crecimiento sostenido.
En este contexto, España se consolida como un polo estratégico para la inversión inmobiliaria ‘premium’, apoyada en factores como la estabilidad económica, el clima, la gastronomía y la calidad de vida. Los analistas resaltan que, pese a la incertidumbre global y desafíos geopolíticos, el mercado español mantiene un atractivo firme por su competitividad en precios, seguridad jurídica y su capacidad de integrar innovación, tradición y estilo de vida.
Mientras que las zonas tradicionales como Baleares, Madrid y Costa del Sol continúan con una demanda consolidada, emergen nuevos destinos como Valencia, Alicante, Costa Brava y Málaga ciudad, que captan a compradores interesados en privacidad, sostenibilidad y estilo de vida. En la Costa del Sol, el 90% de los compradores residenciales de lujo son extranjeros, y en Madrid esta cifra se sitúa en torno al 60-70%, con presencia de nacionalidades diversas, incluyendo norteamericanos, canadienses y ucranianos.
La presidenta de Círculo Fortuny, Xandra Falcó, destacó que “el turismo y la inversión de alto impacto tienen un efecto multiplicador: cada visitante de lujo gasta ocho veces más que el turista medio y se convierte en embajador de nuestra marca país”.