La compraventa de fincas rústicas continúa en auge en España, y en los siete primeros meses de 2025 se superaron las 100.000 operaciones, la mayor cifra para ese periodo desde 2007, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Entre enero y julio se registraron 100.721 compraventas, un 10% más que en el mismo periodo del año anterior. Para encontrar un dato más alto hay que remontarse a 2007, cuando se contabilizaron 122.364 operaciones, coincidiendo con el auge inmobiliario previo a la crisis financiera.
Tras la pandemia, las compraventas de suelo rústico se han mantenido por encima de las 90.000 transacciones anuales, frente a las 63.000 de 2019, antes de la covid-19. En 2007, año récord, se rozaron las 200.000 operaciones en el conjunto del ejercicio.
Entre enero y julio de 2025, además de las compraventas, se realizaron 106.576 transmisiones por herencia, 10.052 donaciones, 1.726 permutas y 54.186 operaciones de otro tipo, alcanzando un total de 273.261 transmisiones de fincas rústicas, un 2,5% más que un año antes.
Según Tinsa, el valor del suelo agrario creció en 2023 pese a las condiciones climáticas adversas, concentrándose la revalorización en fincas con acceso a agua y cultivos transformables. El segmento también atrae a compradores extranjeros, especialmente interesados en fincas vinícolas y propiedades rurales con potencial turístico o energético.
