AstraZeneca cerró los primeros nueve meses de 2025 con un beneficio neto de 7.904 millones de dólares (6.866 millones de euros), lo que representa un incremento del 42,6% frente al mismo periodo del año anterior. La facturación entre enero y septiembre alcanzó 43.236 millones de dólares (37.558 millones de euros), un aumento del 10,3%. La mayor parte provino de las ventas de la farmacéutica, mientras que los ingresos de Alliance y otras colaboraciones sumaron 2.201 millones de dólares (1.912 millones de euros), un crecimiento del 37%.
La compañía destacó que sus ingresos aumentaron gracias al crecimiento en todas las áreas terapéuticas, con un avance del 16% en oncología y del 13% en I+D. En el tercer trimestre, AstraZeneca registró un beneficio neto de 2.535 millones de dólares (2.202 millones de euros) y unos ingresos de 15.180 millones de dólares (13.185 millones de euros), cifras que crecieron un 73% y 12,4% interanual, respectivamente.
«El sólido impulso subyacente en todo nuestro negocio durante los primeros nueve meses del año nos permite mantener el crecimiento hasta 2026 y nos mantiene encaminados para cumplir nuestra ambición para 2030», señaló el consejero delegado, Pascal Soriot.
AstraZeneca avanza en su estrategia de reforzar operaciones en Estados Unidos, incluyendo un acuerdo con el Gobierno para reducir el coste de los medicamentos y la ampliación de su capacidad de fabricación, con una nueva planta en Virginia que implica una inversión de 4.500 millones de dólares (3.909 millones de euros).
La compañía reiteró sus previsiones para 2025 a tipo de cambio constante, con un crecimiento de los ingresos de un solo dígito alto, un aumento del BPA básico de dígito doble bajo y un tipo impositivo básico estimado entre 18% y 22%.