Las guerras del Mar Rojo han hecho que el Canal de Suez esté dejando de ser un punto de paso para muchos de los grandes envíos de contenedores entre Europa y el continente asiático.
Las grandes navieras de contenedores (MSC, HMM, Yang Ming, Evergreen, COSCO, ZIM, Hapag-Lloyd, Wan Hai, ONE, Maersk) no arriesgan su paso por el canal y prefieren bordear el cabo de Buena Esperanza, aumentando así los días de tránsito marítimo, los costes, gasto de combustible y demás, para evitar riesgos innecesarios en las zonas del conflicto.
Esto ha supuesto un encarecimiento de los envíos y compras de mercancía de Asia, así como un retraso en la llegada de componentes que deben recibir las empresas europeas del continente asiático.
De acuerdo a los datos de la Autoridad del Canal de Suez, publicados por Cesce, los ingresos por peaje obtenidos en el último ejercicio fiscal 2023-2024, finalizado el 30 de junio, descendieron un 22%, hasta los 7.200 millones de dólares.
Alrededor de 20.150 buques atravesaron el canal, en comparación con los cerca de 26.000 barcos que lo utilizaron en el año fiscal 2022-23.
Según Cesce, esta caída podría agravarse en el presente ejercicio, dado que persiste la inseguridad en la región, como consecuencia de los continuos ataques perpetrados por la milicia rebelde de los hutíes en Yemen.
Los ingresos procedentes del canal constituyen, junto al turismo y las remesas, las principales fuentes de divisas de Egipto. En consecuencia, la inestabilidad en el mar Rojo ha provocado un importante deterioro de la balanza por cuenta corriente del país norteafricano.
De acuerdo a las estimaciones del FMI, el déficit exterior en 2024 se situará por encima del 6% del PIB, un desequilibrio considerablemente superior al registrado en el año anterior, en torno al 1,2% del PIB.
Por otro lado, los ingresos en los puertos españoles, procedentes de los tránsitos hacia Europa, han calado en los puertos de Algeciras, Valencia o Barcelona, no así en el Puerto de Cartagena.
Cartagena movió en 2023 más de 600.000 toneladas en contenedores, con un descenso acumulado del 3,6%. Este tipo de tráfico de contenedores precisa de infraestructuras de mayor envergadura de las que dispone la dársena del puerto cartagenero, por lo que son otros puertos españoles los que están aprovechando estos cambios en las rutas marítimas.