La victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de EE. UU. podría generar consecuencias económicas significativas para España, especialmente en el sector manufacturero. Trump ha sugerido imponer un arancel del 10% sobre todas las importaciones, con un enfoque especial en productos chinos (un 60%), lo que afectaría directamente a las aproximadamente 28.000 empresas españolas que exportan a Estados Unidos.
El sector automotriz, que representa el 10% del PIB español y depende en gran medida de las exportaciones al mercado estadounidense, sería especialmente vulnerable. Las exportaciones de productos de consumo y lujo también se verían afectadas, ya que se enfrentarían a barreras comerciales más altas si las propuestas de Trump se materializan.
A nivel de la Unión Europea, las políticas arancelarias de Trump también representarían un golpe significativo para el comercio de la UE con EE. UU., que alcanzó los 870.000 millones de euros en 2022. Los sectores de automoción y tecnología, entre otros, podrían ser especialmente penalizados.
Según Jörn Fleck, experto del Atlantic Council, Trump podría usar estas políticas para presionar a la UE a negociar en condiciones desfavorables. Aunque la Comisión Europea considera medidas de represalia, Fleck subraya que las confrontaciones comerciales durante el primer mandato de Trump fueron ineficaces, sugiriendo que la mejor estrategia sería negociar en lugar de confrontar.