El emprendimiento tecnológico regional del sector agroalimentario ha encontrado en el programa CreceStartup AgriFoodTech la vía para acceder a los fondos que aceleren su crecimiento.
En la clausura de la tercera edición de este programa de Innovación Abierta, lanzado el Centro Europeo de Empresas e Innovación de Cartagena (Ceeic) y el Instituto de Fomento (Info), el director del Info, Joaquín Gómez, recordó que “el acceso a clientes y a recursos económicos es uno de los mayores desafíos que enfrentan las ‘startups’, especialmente en sectores tradicionales como el agroalimentario”.
En este programa han participado ya más de 100 ‘startups’ y 40 empresas tractoras, que a través de ‘CreceStartup AgriFoodTech’ han ayudado a escalar a las empresas emergentes del sector.
En su última edición, 11 startups han podido conectar con agentes estratégicos nacionales e internacionales del sector agroalimentario. Los participantes conocieron fondos de inversión especializados, organismos europeos de ayuda, programas de aceleración, hubs de innovación, ferias agro de referencia y expertos en desarrollo tecnológico.
El programa culminó esta semana en Cartagena con un evento de Innovación Abierta, en el que las ‘startups’ presentaron sus soluciones tecnológicas ante grandes empresas del sector agroalimentario.
Las ‘startups’ participantes en esta última edición han sido Algmastia, Biogreen, Veryagro, Agrisens, Field Pad, Blueming, Global Agricultural, G2Smart Energy, BioPro y Weitec, todas ellas con propuestas tecnológicas innovadoras orientadas al sector agroalimentario.
La actividad de estas ‘startups’ se inserta en el ámbito de la digitalización, por ejemplo con la creación de un cuaderno de campo digital para profesionales agro, herramientas de control y monitorización de plagas en el sector agrícola, de control de calidad del agua y nutrientes, ‘marketplace’ para la venta de suministros o agricultura de precisión con resolución centimétrica.
También en la economía circular, con proyectos de valorización de subproductos agrícolas de la industria cítrica y olivarera, retenedor de humedad cien por cien soluble y biodegradable, biorrefinería de insectos para la producción de proteínas, fertilizantes y quinina o sustrato de biomasa marina procedente de residuos de materiales vegetales de plantas y algas marinas. Y, por último, en el ámbito de la robótica, con un proyecto de automatización y bombeo solar para explotaciones agrarias.