La Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores (Uatae) ha informado de que el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) cerró agosto con un aumento interanual de 34.361 afiliados, lo que «refuerza la importancia del autoempleo» en el mercado laboral español. Sin embargo, en términos mensuales, se produjo una pérdida de 8.662 cotizantes, dejando el número total de afiliados por cuenta propia en 3.405.711 personas.
Uatae ha señalado que el mes de agosto “marca el fin del verano y deja pérdidas y un aumento del paro”. La organización destaca que este comportamiento se alinea con el patrón habitual del mercado laboral tras el cierre de la campaña estival.
Entre los sectores más afectados por la caída mensual se encuentran comercio (-1.838), educación (-1.767), industria manufacturera (-808) y agricultura (-794). Uatae considera que estos datos reflejan “la cara más frágil” del empleo durante el final del verano.
Según la organización, el contraste entre los datos mensuales y anuales “revela la fuerte exposición del autoempleo a los ciclos estacionales, pero también su papel como motor de resistencia en un mercado laboral que acumula varios trimestres de mejora sostenida”.
A pesar del crecimiento interanual, Uatae advierte de que el trabajo autónomo continúa siendo uno de los pilares esenciales de la economía “más vulnerables a la falta de estabilidad y a costes crecientes, como los alquileres o la competencia de grandes plataformas digitales”.
Reivindicación de reformas estructurales para mejorar la protección social
La organización ha subrayado la necesidad de “consolidar un sistema de cotización por ingresos reales que aporte seguridad” y avanzar en una “mayor equiparación de derechos en protección social” frente al empleo asalariado.
María José Landaburu, secretaria general de Uatae, ha declarado que “los datos nos confirman que el trabajo autónomo crece en términos anuales y sigue aportando músculo al empleo en nuestro país, pero la caída de agosto refleja que el colectivo continúa expuesto a la estacionalidad y a la falta de un colchón de protección suficiente”.
Landaburu ha añadido que “es imprescindible que se reforcen las coberturas sociales, como la prestación por cese de actividad o el acceso a subsidios, para garantizar que el trabajo autónomo sea sinónimo de estabilidad y no de precariedad”.