El Banco Central Europeo (BCE) ha trasladado al BBVA su decisión de «no oposición» a que la entidad que dirige Carlos Torres se haga con el control del Banco Sabadell, como resultado de la oferta pública de adquisición de acciones (OPA) en marcha.
«Hoy hemos recibido el visto bueno del BCE a nuestra oferta a los accionistas del Banco Sabadell», ha celebrado el presidente del BBVA en un vídeo, en el que destaca que se trata de un «nuevo hito muy relevante que subraya, además, la solidez y solvencia de este proyecto, que tendrá una capacidad adicional de concesión de crédito a familias y empresas de 5.000 millones de euros al año».
Esta tarde, el BBVA ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la notificación de «no oposición» del BCE a la operación, lo que equivale a recibir la aprobación del organismo a su oferta.
La entidad espera recibir el resto de autorizaciones «según el calendario previsto y avanzar en el proyecto más atractivo de la banca europea», ha dicho Torres.
BBVA lanzó el pasado 9 de mayo una OPA hostil sobre el 100% de las acciones de Banco Sabadell tras el rechazo de esta entidad a una propuesta de carácter amistoso.
El banco estimaba cuando anunció la operación que todo el proceso hasta obtener todas las autorizaciones llevaría entre seis y ocho meses y que la CNMC tardía entre cinco y seis meses.
BBVA solicitó, en primer lugar, el beneplácito de la CNMV y el BCE a la OPA, así como la autorización de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) a la fusión de las dos entidades, por el impacto que tendría en la competencia.
En cuanto no sólo el BCE y sino también CNMV den luz verde a la operación, el BBVA podría lanzar su oferta a los accionistas del Sabadell, a los que propone canjearles 4,86 títulos de la entidad catalana por uno nuevo suyo.
La no oposición por parte del BCE era uno de los hitos que tenía que lograr BBVA para poder ejecutar la OPA. La ‘luz verde’ del BCE era algo esperado por el mercado, ya que su examen se centra en criterios de solvencia y prudenciales.
En concreto, el banco central ha examinado si el proyecto presentado por BBVA tendrá los niveles de capital y liquidez adecuados y si podrá mantenerlos a lo largo del tiempo. También ha examinado el modelo de gobernanza y la capacidad para generar beneficios.
Fuera del examen del BCE han quedado otras cuestiones como el nivel de competencia del mercado bancario, que será algo que tenga en cuenta la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en su análisis. Esta valoración podría implicar compromisos o condiciones que BBVA tendría que asumir en caso de querer fusionar el Sabadell.
Asimismo, el Gobierno también puede intervenir en el proceso teniendo en cuenta otras cuestiones diferentes a la competencia, como el interés general, e imponiendo condiciones adicionales.
Teóricamente, con la aprobación del BCE, la CNMV ya podría aprobar la OPA y permitir a BBVA que abra el periodo de aceptación, que podría extenderse de 15 a 70 días. No obstante, el procedimiento habitual en la práctica es que la aprobación de la CNMV sobre la OPA no se produzca antes del dictamen de la CNMC sobre la fusión.
En todo caso, si la aprobación de la CNMV llega antes, el banco puede abrir el periodo de aceptación sin necesidad de contar con el ‘visto bueno’ de la CNMC, pero el organismo que preside Cani Fernández condiciona la eficacia de la operación, puesto que la intención de BBVA es adquirir el 100% de Sabadell y fusionar ambas entidades.
Desde que anunció la OPA, BBVA ha recibido el visto bueno a la operación por parte de las autoridades de competencia de varios países donde Banco Sabadell tiene presencia (Estados Unidos, Francia, Portugal y Marruecos).
El pasado 2 de agosto, el BBVA informó al supervisor bursátil de Estados Unidos, la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por sus siglas en inglés), de que contempla la posibilidad de retirar la oferta si la CNMC no se pronuncia a tiempo o deja de interesarle por las condiciones impuestas.
La decisión del BCE se conoce la misma semana en la que la autoridad británica de regulación prudencial (PRA en inglés), ha autorizado la toma de control indirecto por parte de BBVA de TSB Bank, filial bancaria del Sabadell en aquel país.