La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) advierte de que el recorte del 18% en las ayudas directas de la PAC propuesto por la Comisión Europea para el periodo presupuestario 2028-2034 tendría un impacto devastador tanto para la viabilidad de las pequeñas y medianas explotaciones agrarias como para el bolsillo de millones de familias europeas.
Por ello, más de 10.000 agricultores y ganaderos de toda Europa tomarán las calles de Bruselas el próximo 18 de diciembre, en una gran manifestación contra el hachazo al presupuesto agrario, la propuesta de reforma de la PAC, los acuerdos de libre comercio con terceros países (caso de Marruecos o Mercosur) y la asfixia burocrática.
COAG estará presente con una amplia delegación de agricultores y ganaderas de distintas comunidades, encabezada por su Secretario General, Miguel Padilla, que se sumará activamente a la movilización promovida por el COPA-COGECA.
El recorte del 18% en la PAC supondrá un agujero anual de casi 900 millones para el campo español
El ajuste presupuestario proyectado a partir de 2028 implica una pérdida directa de 877,5 millones de euros en rentas agrarias. Para compensar ese déficit, los productores se verían obligados a repercutir un incremento del 2,32% en los precios en origen, según los cálculos realizados por los servicios técnicos de COAG.
Sin embargo, debido al funcionamiento real de la cadena alimentaria, donde los aumentos se trasladan con rapidez y las bajadas apenas se perciben, este ajuste en origen se multiplica a medida que avanza hacia el consumidor final, (de media por 4, según el índice Precios en Origen y Destino de los Alimentos (IPOD) que COAG y consumidores llevan publicando desde 2008). Además, la desregulación de los mercados que lleva aparejada la reforma PAC incidiría aún más en la especulación con los precios de los alimentos.
Según el análisis técnico realizado por esta organización, el encarecimiento final del precio de venta al público oscilaría entre 6,5% en un escenario conservador (cuando industria y distribución absorben el 30% del impacto), y un 9,3% en un escenario pesimista (cuando la totalidad del incremento se traslada al consumidor final).
Todo ello supondría, según las estimaciones de la organización agraria, un golpe directo a las familias de entre 350 y 501 euros más al año por hogar. En términos mensuales, el incremento oscilaría entre 29,17 y 41,75 euros.
En este sentido, COAG apunta que este encarecimiento supondría un impacto especialmente grave para los hogares con menor capacidad económica, que dedican una mayor proporción de sus ingresos a gastos esenciales como vivienda y suministros. Además, podría acelerar la sustitución de alimentos frescos y de calidad por opciones más baratas y menos saludables, comprometiendo la dieta mediterránea.
“La PAC no es un gasto: es una inversión estratégica en seguridad y soberanía alimentaria”
COAG recuerda que la Política Agraria Común no sólo garantiza la viabilidad económica de millones de explotaciones profesionales y familiares, sino que es el principal pilar de la seguridad y soberanía alimentaria europea, el mantenimiento del medio rural y la producción sostenible.
“El campo no puede seguir siendo la variable de ajuste de la tabla excell de la UE. Un recorte así no sólo asfixia a los agricultores y ganaderos, sino que golpea de lleno a los consumidores y pone en peligro el acceso a alimentos de calidad a precios razonables. Es demencial priorizar tanques frente a patatas”, ha subrayado Miguel Padilla, secretario general de COAG.
