La Consejería de Turismo va a comenzar los trabajos previos a la extracción del pecio fenicio de Mazarrón, siguiendo las recomendaciones de los expertos vinculados a su proyecto de extracción y restauración, según anunció la consejera Carmen Conesa.
El verano es la temporada adecuada para realizar la primera fase debido a que el clima y el estado del mar facilitan las labores y aseguran una mayor cantidad de horas efectivas de trabajo.
Conesa subrayó que «las recomendaciones señalan que los trabajos concretos de extracción deberían comenzar al inicio de septiembre, pues las mareas y el clima no marcan diferencias significativas respecto a los meses anteriores y la disminución de veraneantes hará más cómodas las tareas asociadas a la extracción y trabajo diario».
Así, el primer paso, previo a la extracción, es el diseño tridimensional y fabricación de 40 soportes -de material rígido, resistente y a la vez ligero, inerte químicamente y con flotabilidad neutra o negativa- que servirán para sacar del agua con garantías las porciones de madera del barco, y se prepararán durante julio y agosto.
A finales de agosto se llevará a cabo el montaje del laboratorio de campaña, con tres áreas: almacén de material de buceo y vestuarios; oficina de trabajo; y zona de investigación. Contará también con una zona al aire libre.
Tras los debates metodológicos del equipo de trabajo y considerando los antecedentes de documentación disponibles, se tiene por mejor alternativa la extracción del pecio en porciones, aprovechando las fisuras, grietas y separaciones ya existentes y minimizando el número de secciones. Se ha realizado un estudio previo de las secciones que se van a extraer y se trabaja sobre la base de contar con 20 porciones.
Teniendo esto en cuenta, la extracción contará con las siguientes fases: apertura de la caja que protege actualmente el pecio Mazarrón II; desenterrado por sectores de la zona a trabajar; marcado y etiquetaje identificativo de las porciones de madera a extraer; fijación y anclaje de la porción de madera a extraer a su soporte estructural; traslado de las porciones embaladas al laboratorio de campaña; apertura del embalaje y limpieza mecánica de las porciones; tareas de registro para inventario y trazabilidad de cada una de las piezas; y documentación gráfica exhaustiva mediante escáner láser; nuevo embalaje de la porción con film plástico para evitar pérdidas de humedad; y transporte al laboratorio ‘Arquatec’ de Cartagena.
Por su parte, el director general de Patrimonio Cultural y Bellas Artes del Ministerio de Cultura, Isaac Sastre, manifestó que «este es un proyecto que destaca por la colaboración entre las distintas administraciones y en el que, además, la participación de la comunidad científica ha sido fundamental para poder llevarlo a cabo con todas las garantías».
La dirección arqueológica y el proyecto han sido coordinados por el arqueólogo subacuático y especialista en arquitectura naval antigua Carlos de Juan, y ha sido elaborado por un amplio equipo formado por arqueólogos, restauradores e ingenieros procedentes de varias instituciones. Del mismo modo, en el proceso que ahora se inicia participará un equipo con experiencia contrastada.