El Teatro Guerra de Lorca, el más antiguo de la Región, seguirá cerrado un año más para ser sometido a obras de mejora de los sistemas contra incendios y de evacuación y para la rehabilitación de su fachada con una inversión de 700.000 euros.
Lo ha anunciado este lunes el alcalde, Fulgencio Gil, durante una visita al teatro, que está cerrado desde el verano de 2024 para la renovación del sistema contra incendios, que no ha llegado a iniciarse, y donde ha explicado que la revisión de los técnicos ha hecho aflorar más problemas de los inicialmente previstos, que han multiplicado por siete el presupuesto que habrá que dedicar a la mejora del edificio del siglo XIX.
Asimismo, el ayuntamiento ya ha elaborado un plan de obra, que ha sido remitido a la dirección general de Patrimonio Cultural, ya que el edificio es bien de interés cultural, y que incluye la renovación integral del sistema contra incendios para adecuarlo a la normativa actual, pero también obras relacionadas con la consolidación estructural, la eliminación de humedades y la rehabilitación de la fachada.
Por otro lado, el plan incluirá medidas para independizar la caja escénica del resto del teatro, así como los vestuarios y locales de riesgo sustituyendo las puertas existentes por otras cortafuegos. También se instalarán cortafuegos en los conductos de ventilación, sellando los huecos de los pasos de instalaciones entre sectores, protegiendo los techos de los locales de riesgo y los huecos desde el sótano de la caja escénica al resto del teatro para evitar el paso de fuego o humo.
El alcalde ha explicado que también está previsto instalar barras antipánico en las puertas en recorridos de evacuación, dar más visibilidad a señales de evacuación y emergencia y se sustituirán todas las tuberías del sistema actual contra incendios.
El objetivo de los trabajos será modernizar y adecuar el Teatro Guerra a la normativa vigente en seguridad contra incendios, preservando su valor patrimonial y garantizando la evacuación y la intervención eficaz ante una emergencia, pero aplicando criterios de mínima intervención y máximo respeto al valor histórico del inmueble.
La inspección técnica del edificio también ha revelado “otros daños”, entre los que preocupa la fractura de testigos que se habían situado años atrás para verificar la estabilidad estructural del propio teatro, en cornisas y fachada, muy deterioradas, o en bajantes.
Gil ha dicho que las intervenciones ejecutadas en el anterior mandato no solucionaron los problemas de humedad ni en el interior ni en el exterior del teatro, una complicación que se suma a la larga lista de incumplimientos normativos que han aflorado ahora en el edificio y que requieren obras de mayor calado que las que se habían previsto al principio.
“El Teatro Guerra no se puede reabrir incumpliendo la ley, tenemos que ofrecer eventos en condiciones de plena seguridad para todos los asistentes”, ha asegurado el regidor, que ha explicado que el importe de las obras obligará al consistorio a realizar “un esfuerzo económico muy importante”, aunque también se ha solicitado la colaboración del Gobierno regional
