Los aranceles del 25% sobre los camiones medianos y pesados importados por Estados Unidos entraron en vigor este sábado, en una medida que afecta de forma especial a México, principal origen de este tipo de vehículos para el mercado estadounidense.
A partir de hoy, los nuevos impuestos aduaneros se aplican a camiones de las clases 3 a 8, así como a sus componentes relacionados, según confirmó la administración estadounidense.
La decisión se enmarca en la guerra comercial impulsada por el presidente Donald Trump, quien había anunciado los gravámenes en distintas ocasiones antes de concretar su entrada en vigor este 1 de noviembre.
Aunque el 99% de la producción de camiones pesados de los grandes fabricantes, Daimler Truck North America, International, Paccar y Volvo, se realiza dentro de EE.UU., una parte significativa de los camiones medianos de Ford, General Motors (GM) y Stellantis se produce en plantas mexicanas.
Entre enero y julio de este año, EE.UU. importó 32.410 millones de dólares en camiones, autobuses y vehículos especiales, de los cuales casi el 80% (unos 25.860 millones) procedieron de México, según datos del Departamento de Comercio estadounidense.
