La subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, participará este jueves en la reunión del Banco Central Europeo (BCE) sobre política monetaria, sin embargo no podrá votar en las decisiones que se sometan a deliberación, ya que acude a la cita para suplir la ausencia de gobernador.
Hace más de un mes Pablo Hernández de Cos puso fin a su mandato como gobernador del Banco de España y, por primera vez en la historia, el puesto quedó vacante a la espera de que el Gobierno trate de cerrar un acuerdo con el PP, como principal partido de la oposición, para renovar la cúpula de la institución.
En la lista de nombres que el Ejecutivo maneja desde hace meses, el del ministro para la Transformación Digital y la Función Pública, José Luis Escrivá, se ha posicionado en los últimos días como el favorito de los socialistas, lo que ha provocado el rechazo del PP, que se opone a que el gobernador salga directamente del Gobierno.
Sin entrar a valorar públicamente otras opciones, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, aseguró esta misma semana que el futuro gobernador, sea quien sea, contará con un perfil profesional, «aunque venga del Consejo de Ministros».
Hasta que se aclare esta situación, Margarita Delgado está asumiendo las funciones del gobernador y podría hacerlo hasta el 10 de septiembre, cuando vence su mandato de «número dos» de la institución, si bien, altera la normalidad de la institución y le impide votar en las reuniones del BCE.
«España tiene voz y tradicionalmente ha sido escuchada», asegura Delgado, por lo que las posiciones del supervisor nacional igualmente se pueden defender, con lo que restaba importancia a la ausencia de voto.
En cualquier caso, la gobernadora en funciones consideró hace casi un mes que se debería recuperar «cuanto antes» la normalidad institucional, aunque el Banco de España de momento estuviera funcionando y pueda seguir haciéndolo unas semanas más.
En la reunión de este jueves el BCE mantendrá previsiblemente los tipos de interés en el 4,25% después de que en junio los bajara un cuarto de punto, en el que fue el primer recorte en ocho años, pese a las preocupaciones de algunos de sus miembros por la inflación.
También se espera que el Consejo de Gobierno de la autoridad monetaria mantenga sin cambios la facilidad de crédito en el 4,5% y la facilidad de depósito en el 3,75%.