La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) considera que la actual reforma de pensiones “debería reconsiderarse de inmediato” ante el aumento estructural del gasto público que prevé para las próximas décadas, y propone medidas correctoras tanto en el cálculo inicial de las prestaciones como en su revalorización anual.
En un artículo publicado este lunes, Fedea advierte que, incluso con ajustes, podría ser necesario recurrir a aportaciones adicionales del Estado para sostener el sistema, y plantea financiar ese incremento con un recargo proporcional sobre la cuota estatal del IRPF.
Según las estimaciones del organismo, el gasto en pensiones superaría el 18% del PIB en torno a 2050, y volvería a acercarse a esos niveles hacia 2070 o 2080. En paralelo, calcula que el déficit básico del sistema público podría superar el 8% del PIB a partir de la mitad del siglo.
Estas previsiones contrastan con las del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, que sostiene que la reforma tendrá un impacto presupuestario moderado. Fedea, sin embargo, anticipa un deterioro del saldo del sistema de más de 3 puntos del PIB al final del período proyectado.
La diferencia clave entre ambos escenarios radica en las proyecciones de gasto. Fedea estima que el sistema sumará un aumento del gasto equivalente a 5 puntos del PIB, mientras que el Ejecutivo prevé menos de 2,5 puntos.
El análisis también cuestiona aspectos de la reforma impulsada por el entonces ministro y actual gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá, especialmente la vinculación de las pensiones a la inflación y la falta de medidas estructurales de contención del gasto.