El índice PMI de actividad del sector manufacturero español del Hamburg Commercial Bank (HCOB) y S&P Global publicado este miércoles se situó en septiembre en 51,5 puntos, «considerablemente» por debajo de los 54,3 de agosto, pero todavía por encima de los 50 puntos que separan el crecimiento de la contracción.
Este aumento de la actividad industrial, el más lento desde junio, se vio afectado por la ralentización del avance de la producción y de los pedidos, lastrados a su vez por la caída de la demanda para exportación, afectada por los aranceles y la incertidumbre en mercados clave.
Esta incertidumbre afectó también a las expectativas de futuro, que llevaron a los empresarios a reducir plantillas por primera vez en siete meses.
La debilidad de la producción provocó un aumento de los inventarios, a pesar de que las compras se mantuvieron estables y los aprovisionamientos experimentaron retrasos.
Los precios de compra aumentaron por tercer mes consecutivo impulsados por el acero y los productos alimenticios, un encarecimiento que no se pudo trasladar a los precios de venta, que registraron el primer descenso en tres meses.