La chimenea II de la antigua Fundición de Santa Lucía, situada en el monte de San Julián, en Cartagena, ha sido declarada Bien de Interés Catalogado por la Consejería de Cultura. Con 100 metros de altura, la chimenea, conocida como chimenea Peñarroya, se erige como un símbolo de la actividad industrial de la ciudad y de la lucha contra la contaminación ambiental.
Construida en 1979 por la empresa Peñarroya España, propietaria de la Fundición de plomo de Santa Lucía, la chimenea tenía como propósito liberar los gases derivados de la extracción del plomo. Esta estructura permitía romper la capa de la atmósfera, evitando que los humos volvieran a caer sobre la ciudad, lo que la convierte en un testigo de las primeras medidas para una industria más respetuosa con el medio ambiente.
Aunque su actividad fue breve, la chimenea destaca como un logro de la ingeniería industrial y ha adquirido un valor simbólico por su conexión con la historia de Cartagena. Según el director general de Patrimonio Cultural, Patricio Sánchez, la chimenea representa un ícono del patrimonio industrial de la ciudad y un referente en la adopción de medidas para mitigar los efectos de la contaminación.
La protección de la chimenea se fundamenta en su singularidad, como elemento diseñado específicamente para mitigar la contaminación, así como por su valor paisajístico y su reflejo del carácter industrial de la ciudad. Esta declaración de protección implica que los propietarios deberán conservar y custodiar la chimenea, evitando cualquier deterioro o destrucción. Además, cualquier intervención que se realice en la estructura deberá contar con la autorización de la Dirección General de Patrimonio Cultural.