«Somos generadores de dignidad a la persona, porque alguien que no trabaja no puede sentirse pleno», ha destacado en su discurso Miguel López Abad, un archenero a quien su padre y sus hermanos «inculcaron la semilla de ser empresario».
Así ha querido el nuevo presidente de los empresarios murcianos presentarse a las más de cuatrocientas personas, entre autoridades y responsables de empresas, que han arropado hoy su llegada a la patronal murciana en la Asamblea General de CROEM. Entre ellos, el presidente de CEOE, Antonio Garamendi, Gerardo Cuerva de CEPYME, Lorenzo Amor, presidente de ATA, y Fernando López Miras, presidente de la Comunidad Autónoma.
De sí mismo dice ser «un hombre religioso», de familia, con dos hijas y «una zagalica de Cehegín» como esposa, que «ha sido la bendición de mi vida» y con la que lleva ya 35 años. López Abad ha hablado de su proyecto de vida «que era nuestra empresa» y de como comenzó vendiendo coches con su padre a los 14 años.
«Los compañeros de viaje, casi siempre personas mayores, me enseñaron a trabajar con educación». «Asentábamos ciruelas en La Agaida, he tenido mi propio camión y un albergue en Castilla La Mancha». Hasta ahí su escueto resumen de su bagaje empresarial, del que se ha saltado la presidencia de Global París, de la Cámara de Comercio de Murcia y la vicepresidencia de FREMM, entre otros.
Todo esto para concluir que «no sé si voy a ser el mejor presidente de CROEM» para más tarde apuntar al dirigirse a su antecesor: «Me he comprado una escalera porque has puesto el listón muy alto José María y voy a subir a ese listón«.
Consenso y personas
Pero si hay algo que ha planeado en toda la Asamblea General de CROEM, donde Miguel López Abad ha sido elegido por aclamación, ha sido el consenso logrado en la negociación colectiva y la importancia de las personas que existen tras la figura del empresario.
Todos han destacado la labor de consenso generada por su antecesor, José María Albarracín, y también el nuevo presidente ha querido recalcarlo. «Esta Confederación seguirá en la vía de José María Albarracín», ha dicho.
Al referirse a los sindicatos, con Antonio Jiménez de UGT-RM y Santiago Navarro de CCOO-RM sentados entre los asistentes, con los que ha compartido su experiencia en el seno del CES ha recordado: «Me nombraban la bicha al hablar de sindicatos, pero son personas igual que nosotros. Ellos saben que si las empresas no funcionan no tienen sentido de ser». En contraposición ha puesto a la clase politica que «por desgracia adolece de ese consenso».
Aún así, como Antonio Garamendi, presidente de CEOE, ha señalado la carencia de diálogo en la negociación del Salario Mínimo Interprofesional y la necesidad de que se produzca ese acercamiento y diálogo para existir porque «es la única vía».
Para concluir López Abad ha destacado su creencia firme en el relevo porque «aquí venimos a servir».
El presidente de CEOE le ha dado la bienvenida a todos los estamentos empresariales a los que deberá acudir desde este momento y ha anunciado que pedirá su presencia en el Comité Ejecutivo de CEOE porque «Murcia tiene que tener su sitio».
Como trabajo en la negociación con las instituciones le ha marcado la «falta de infraestructuras» con más inversiones en el norte y noroeste de la Región, además de potenciar el Puerto de Cartagena, así como un mayor diálogo sobre el agua y un plan de industria.
Garamendi ha reclamado una vez más la «independencia de las organizaciones empresariales», así como la seguridad jurídica y la estabilidad regulatoria tan necesarias para que un empresario pueda invertir.