La alianza OPEP+, liderada por Arabia Saudí y Rusia, ha anunciado este domingo un nuevo aumento en su producción de petróleo de cara al mes de noviembre, que será de 137.000 barriles diarios. Esta medida representa el octavo ajuste mensual consecutivo al alza desde abril de este año.
Según un comunicado oficial difundido por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), la decisión se basa en la evaluación de que existen «sólidos fundamentos actuales del mercado» y unos «bajos niveles de inventarios de petróleo«, en un contexto de relativa estabilidad en las perspectivas económicas globales.
El ajuste fue acordado por ocho ministros de Energía de países que mantienen recortes voluntarios desde 2023: Arabia Saudí, Rusia, Irak, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Kazajistán, Argelia y Omán.
Desde abril, los aumentos mensuales han oscilado entre 137.000 y 548.000 barriles diarios, lo que ha supuesto una recuperación total de más de 2,5 millones de barriles diarios (mbd), equivalente al 2,4 % de la demanda mundial de crudo.
Con estos incrementos, el grupo busca revertir dos recortes voluntarios establecidos en 2023: uno de 2,2 mbd, asumido principalmente por Arabia Saudí y Rusia, y otro de 1,65 mbd, compartido entre los ocho países firmantes.
La OPEP aclaró que una vez completada la restitución de los 2,2 mbd, el ajuste de noviembre forma parte del proceso de reversión del segundo recorte, el de 1,65 mbd.
Fuentes internas de la organización subrayaron que «los países continuarán vigilando y evaluando de cerca las condiciones del mercado» y reafirmaron la necesidad de «mantener un enfoque prudente y conservar plena flexibilidad para pausar o revertir los ajustes«.
Algunos analistas ven en esta serie de incrementos una estrategia impulsada principalmente por Arabia Saudí para recuperar cuota de mercado, incluso si ello implica asumir precios más bajos, en contraste con la política anterior de mantener los precios mediante recortes profundos.
Durante la semana previa, algunos medios especularon con un posible incremento de hasta 500.000 barriles diarios, cifra que fue calificada de «inexacta y engañosa» por la OPEP+ en sus redes sociales, una reacción poco habitual por parte de la organización.
El mercado ya había reaccionado a estas proyecciones. El petróleo intermedio de Texas (WTI) cerró la semana en 61 dólares por barril, registrando las mayores caídas en meses. Esta baja se asoció a la expectativa de un mayor volumen de producción por parte de la OPEP+ y a señales de una posible ralentización económica en EE.UU., derivada del cierre parcial del Gobierno federal.
Además, la OPEP+ ha enfrentado presiones externas, entre ellas las del presidente de EE.UU., Donald Trump, para incrementar la producción y así contribuir a una reducción de los precios del crudo en los mercados internacionales.