El consumo de pasta se ha elevado considerablemente en España durante los últimos años, en parte, debido al incremento de preparados de noodles y otras sopas preparadas, que se han incorporado a la oferta gastronómica y a la dieta nacional por el auge de la comida china. Junto a la comida italiana, esta moda gastronómica incorpora platos de pasta de fácil consumo a la cesta de la compra. Pero este auge en el mercado no se corresponde con una buena calidad de los preparadados de sopa ofrecidos, que suspenden en un 73,3%, según un estudio de la OCU.
Algunos de los sobres de Maggi Fusian Fideos Orientales, el bote de Yakisoba de Hacendado o el Yakisoba clásico de Gallina Blanca son de los pocos que aprueban en el estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
Se ha realizado un análisis en 45 preparados de fideos instantáneos del que ha concluido que 33 de ellos «no superan el aprobado». Las razones de este suspenso: tienen un «escaso» aporte nutricional, «demasiados» aditivos» y una «pobre degustación».
El análisis publicado hoy ha revelado que solo 12 fideos instantáneos «aprueban» y que, incluso los mejores preparados «deben acompañarse con al menos un plato de verduras» para completar el aporte nutricional básico.
Así, el aporte nutricional de estos productos es, de media, de 119 kilocalorias por cada 100 gramos, un 16 % de hidratos de carbono, un 5 % de grasa (que en 30 productos es además saturada, por el aceite o manteca de palma) y apenas un 2,7 % de proteínas. Algunos productos tienen además un alto contenido en sal, superior al 1,25 %.
Abunda el uso de aditivos, con hasta 10 en algún caso, en cuento a los potenciadores del sabor y los colorantes, estos «se enmascaran la falta de ingredientes, un hecho detectado en 34 productos».
Sobre el propio sabor, la organización ha detallado que los resultados de la degustación han sido, en general, «decepcionantes» ya que, según los expertos, hay aquellos que «tienen más sabor a polvos, a concentrado de carne».
Aumenta el consumo de pasta
El incremento de pasta en España se recoge en el Informe del consumo alimentario en España (2024), que elabora el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), en el que los hogares españoles consumen un 1,2% más de pasta que hace cinco años, con un consumo de 4,14 kilogramos de pasta por persona al año.
Este consumo es mayor en los hogares con presencia de niños, que son responsables del 22,3% del volumen de consumo, seguidos por el colectivo de mayores de 65 años, que consumen el 17,84% del volumen de pasta de nuestro país.
Por consumo per cápita, los mayores amantes de la pasta son los jóvenes independizados, que realizan un consumo de 6,5 kg/año per cápita
En relación con la media per cápita, se observa que son los jóvenes independientes los que más consumo hacen con 6,50 kilogramos al cabo del año, cantidad que supera en más de dos puntos la media española.
Las personas retiradas (4,47 kg/año), los hogares monoparentales (4,36 kg) y las parejas jóvenes sin hijos (4,23 kg) completan los primeros puestos de los grupos poblacionales que sitúan el consumo de pasta por encima de la media anual.
Por zonas geográficas, la comunidad autónoma que más pasta consume es Cataluña, con un 20,3% del volumen total del mercado de pasta alimenticia y 5,25 kg por persona y año, seguido por Andalucía (16,8%) y Madrid, con el 13,6%.
En la Región de Murcia, el consumo de pasta se sitúa en 4,18 kg por persona y año, la quinta comunidad española que se sitúa por encima de la media nacional en consumo per cápita tras Cataluña (5,25 kg), Islas Baleares (5,25 kg), Galicia (4,62 kg/año) y Comunidad Valenciana (4,53 kg/año).