El secretario general de COAG, el murciano Miguel Padilla, ha denunciado en su balance del año 2024, que el «6,6% de las grandes empresas agrarias acaparan ya el 42% del valor de la producción que se genera en nuestros campos», por lo que se cuestiona «quién se beneficia de la renta agraria», si «nuestros pueblos o accionistas de Wisconsin o la City de Londres».
Según Padilla, más de 900 fondos de inversión poseen ya tierras valoradas en más de 100.000 millones de euros. «La agricultura tiene un gran futuro en España pero está en peligro el modelo social y profesional de pequeños y medianos agricultores y ganaderos. La concentración de la producción y la creación de oligopolios estimulan la entrada de fondos de inversión. Un joven que se quiera incorporar no puede competir con estos grandes capitales a la hora de acceder a tierra y agua para dimensionar su explotación».
La razón según COAG es que «los grandes fondos de inversión de capital de riesgo, tanto nacionales como extranjeros, buscan grandes fincas con derechos de agua, en cultivos atractivos como los leñosos o los súperalimentos».
Según la organización agraria COAG, en 2024 el proceso de uberización del campo español se ha acelerado y con el mismo el aterrizaje de fondos de inversión especulativos. La compraventa de fincas rústicas ha experimentado un aumento significativo, con un incremento del 20% en comparación con 2019.
Pérdida de poder adquisitivo en pequeños agricultores
Según la estimación publicada por el Ministerio de Agricultura, la Renta Agraria nacional ha crecido un 14,2% con respecto a 2023, un 10,8% en términos reales (descontada la inflación).
Los Servicios Técnicos de COAG, que han analizado los principales valores de la actividad agraria de este 2024, destacan que «los datos macroeconómicos de Renta Agraria 2024 enmascaran una creciente pérdida de poder adquisitivo de los pequeños y medianos agricultores profesionales». Según la organización, en los últimos 20 años, los principales inputs para producir se han encarecido un 92%, mientras que la renta agraria corriente ha crecido un 49%.
Los consumos intermedios (insumos) alcanzaron en 2024 los 28.914 millones de euros, con una importante reducción del 8,5% respecto al año anterior, pero siendo aún la tercera cifra más alta de la serie. Este capítulo se ha incrementado un 37% en 10 años y un 92% en los últimos 20.
Dos de los capítulos con mayor peso en los consumos intermedios descendieron en su precio respecto a 2023: los piensos con un -19,1% y la energía y lubricantes un -5,8%. Por el contrario, aumentó el valor de fertilizantes un 13,6%.
Mayor volumen y precios más bajos
En 2024, la producción tanto agrícola como ganadera ha crecido, por lo que de manera general sus precios se han visto reducidos. La producción vegetal ha crecido en valor un 8,9% debido al incremento de las producciones, pero con disminuciones de precios en casi todos los productos, menos en la patata y el aceite de oliva, y aumentos de los volúmenes producidos donde han destacado productos como los cereales (76,9%), las plantas industriales (39,6%), las frutas (13,9%) y las hortalizas (4,9%).
Por otro lado, la producción ganadera ha perdido 1,3% de su valor en comparación con 2023, ya que el aumento del volumen de producción de un 0,9% (un 4,9% en aves y un 4,2% en bovino) no ha sido capaz de compensar la bajada de los precios.
El sector agrario recuerda de 2024 un inicio con movilizaciones y la gran tractorada de Madrid en febrero, donde el sector se levantó ante las administraciones reclamando medidas y cambios, que no han logrado satisfacer las necesidades del sector ante las normas comunitarias que supone competencia desleal de terceros países y la subida de los costes de producción. El año se ha cerrado con el rechazo al acuerdo de la UE con Mercosur y la suspensión del Acuerdo de Libre Comercio de la UE-Marruecos en la zona de producción del Sáhara Occidental.