El Comité de Huelga de Amazon RMU1 ha confirmado a EmpresasdeCartagena que el paro convocado entre el 16 y el 23 de diciembre en el centro logístico de Corvera sigue adelante. Así, en plena campaña de Navidad, prevé repetir el seguimiento de entre el 80% y el 90% alcanzado en la convocatoria anterior, durante el Black Friday, uno de los momentos de mayor volumen de ventas para la compañía y, por tanto, de máxima presión para la multinacional.
Así lo señala Óscar Jover, representante de CGT en Amazon, quien subraya que el respaldo internacional a esta movilización ha sido “impresionante”. “RMU1 ha recibido el apoyo de los trabajadores de JFK8 (Staten Island), el primer centro sindicalizado de Amazon en Estados Unidos, además de muestras de solidaridad desde Canadá, Japón e India”, explica.
Pese al impacto económico para la plantilla, “por cada día de huelga se descuentan 110 euros de la nómina”, asegura, el sindicato confía en un apoyo similar al de la anterior convocatoria.
Jover recuerda que en el caso de JFK8, el conflicto laboral sigue abierto. “Allí continúan la disputa por su primer convenio y han recurrido a la huelga para forzar a la compañía a abrir una negociación real”. Según el delegado, el respaldo desde Estados Unidos “no es un gesto simbólico, sino una señal de que esta reivindicación trasciende a un solo centro y que la solidaridad internacional puede influir en el desarrollo del conflicto”.
El representante sindical detalla que el pasado 2 de diciembre se celebró la reunión mensual entre comité y empresa, donde se abordaron incidencias relacionadas con las nóminas. A mitad del encuentro, señala, se incorporaron responsables de Recursos Humanos y el director del centro, quienes hicieron balance del anterior paro.
“Sabemos que la anterior huelga les ha hecho daño. Nos trasladaron que, aunque les preocupa la pérdida económica de los trabajadores, Amazon mantiene su postura y no va a negociar con los sindicatos, como ha hecho hasta ahora”, asegura Jover.
Como delegado de prevención, Jover recalca que la plantilla está dispuesta a llegar “hasta el final” para defender condiciones laborales dignas. Denuncia que no se reconocen bajas médicas, permisos retribuidos para acudir al médico ni días de asuntos propios.
«Somos los que más trabajamos con un salario de 1.400 euros con las pagas extras incluidas y 40 horas trabajadas con solapamientos de días festivos, frente otros centros como el de Barcelona donde el salario es de 1826 euros y 32 horas semanales al aplicar los convenios autonómicos», recalca.
Añade el representante sindical, que Amazon tampoco reconoce la mayoría de los accidentes laborales. “Aquí es casi imposible obtener una baja. Una inspectora de trabajo llegó a afirmar que era muy improbable que un centro con 2.000 trabajadores tuviera un índice de siniestralidad tan bajo”, afirma Jover.
Asimismo, reitera que los errores en las nóminas son continuos: “Cada mes recibimos cerca de 50 reclamaciones por pluses no aplicados, días descontados por error o bajas mal calculadas. Es un problema nacional, especialmente en los fijos discontinuos y los finiquitos”.
La situación laboral en RMU1 contrasta con el desempeño económico de Amazon. En el tercer trimestre, la multinacional estadounidense incrementó sus beneficios un 38%, hasta los 18.213 millones de euros, respecto al mismo periodo del año anterior.
Hasta septiembre, los beneficios globales superan los 48.500 millones, mientras la compañía planea una ola de despidos en España que afectará a 1.200 empleados de las oficinas corporativas de Madrid y Barcelona. De ellos, 978 —el 80%— corresponden a la sede catalana.